Cómo evitar que los préstamos estudiantiles arruinen tu salud
Siete de cada diez graduados universitarios en los Estados Unidos salen de la universidad con una deuda de préstamos estudiantiles, con un promedio de unos 29,000 dólares por estudiante. Con esta cantidad de deuda al inicio de la carrera de un graduado, el estrés de pagar sus préstamos, buscar su primer trabajo y salir adelante por su cuenta puede ser perjudicial para su salud.
Para algunos, el estrés puede no parecer molesto, pero para otros, una mejor comprensión de sus deudas y la creación de una estrategia de pago puede ayudar a que se sientan tranquilos.
En un estudio realizado a nivel nacional se llegó a relacionar el aumento del estrés en los jóvenes egresados universitarios con los préstamos estudiantiles. "Estamos especulando que parte de la razón por la que estos tipos de préstamos son tan estresantes es el hecho de que no puedes aplazarlos, te siguen por el resto de tu vida hasta que los pagas". También se señala que este aumento de estrés se ve más en los estadounidenses de clase media que "no califican para la asistencia gubernamental, ni su familia puede asumir la mayor parte de los costos asociados con la universidad".
Acciones para evitar que los préstamos estudiantiles arruinen tu salud
Si no pudiste acceder a una beca universitaria y recurriste a los préstamos estudiantiles, te ayudamos a aliviar el impacto que pueden tener en tu vida. Aquí hay algunas maneras de mantenerte al día con tus préstamos estudiantiles:
1- Entendiendo tus préstamos estudiantiles
Leer y entender la letra pequeña de tus préstamos estudiantiles puede ayudar a disminuir la carga y la dificultad de pago como deudor. Por ejemplo, si sabes que tus préstamos son fijos y no variables, entonces puedes vivir tranquilamente sabiendo que las tasas de interés no aumentarán durante el periodo de pago. Además, saber qué tipo de préstamos tienes, puede informarte sobre las diferentes formas de pago (basado en los ingresos, pago estándar), así como si tus préstamos devengarán intereses si se aplazan o se dejan pendientes.
2- Estar un paso adelante
La mejor manera de afrontar la deuda estudiantil y estar sano es ir un paso por delante del juego. Establecer pagos automáticos es un gran primer paso, que también asegurará que pagues tus cuentas a tiempo y no seas penalizado por un pago tardío. En la mayoría de los casos, los acreedores también te darán una reducción de la tasa de interés si estableces pagos automáticos. Otra gran manera es si puedes pagar por adelantado tus préstamos estudiantiles. El pago anticipado de los préstamos estudiantiles puede reducir drásticamente los intereses y tu saldo ya que el pago irá directamente al principal o saldo capital del préstamo.
Si quieres tener un conocimiento más profundo de tu presupuesto, calcular la relación entre deuda e ingresos puede ayudarte a entender a dónde van a parar tus gastos cada mes. Tus préstamos estudiantiles pueden no ocupar tanto de tus ingresos mensuales como crees. Esta es también la misma forma en que los prestamistas te evalúan para los préstamos, por lo que ser consciente de estas métricas es una gran manera de lograr un futuro financiero sólido.
3- Evita futuras deudas
Si tener préstamos estudiantiles es bastante estresante en la vida, no te la compliques más aún, añadiendo más deudas al panorama. Si planeas hacer una compra grande (como un coche) o volver a la escuela, mira lo que puedes hacer para evitar más deudas que te hagan caer más profundamente en un ciclo de préstamos. Pregunta a tu actual empleador si es que ofrece algún tipo de apoyo económico para su futura educación, lo cual es una práctica común en muchas empresas. También ve si tus préstamos son elegibles para un aplazamiento, para que puedas postergar los pagos mientras estás en la escuela. Las deudas futuras no siempre son inevitables; sin embargo, tomar decisiones conscientes acerca de cómo elegir gastar y ahorrar tu dinero es fundamental para navegar por la vida con los préstamos estudiantiles.